Cuando la niña crece y presenta su primera menstruación, solemos sentir,
erróneamente por cierto, inquietud por ella. Creemos que se avecina una
época de dolor y tristeza. No nos ponemos a pensar en el misterio de la
vida que se gesta ya en su interior. Aunque decida no ser madre, en
ella ya existe ese poder. Aquel que algunos llaman intuición. Yo le
llamaría ternura, compasión y, mejor aún, fuerza creativa.En tiempos inmemoriales solían festejar en grupo cuando las niñas menstruaban por primera vez. Era una época de alegría.
Antiguamente la menstruación era un don a partir del cual la mujer generaba vida. La sincronicidad entre el ciclo femenino y la orbita de la luna alrededor de la Tierra revelaba el vinculo que une la menstruación con los grandes ciclos de la vida y el universo.
Antiguamente la menstruación era un don a partir del cual la mujer generaba vida. La sincronicidad entre el ciclo femenino y la orbita de la luna alrededor de la Tierra revelaba el vinculo que une la menstruación con los grandes ciclos de la vida y el universo.